Si intentas comprender mis noches de desvelo me quieres comprar con puñaos de caramelos, manojos de perder, con jugo de los charcos, machaca el almirez, me tienes en tus manos, y ojalá te vaya bien, y pa pasar el rato tú siembra para ti, y más cuando me callo, me callo lo que hay, lo que hay es lo que toca y pa tocar el corazón es mejor no abrir la boca. A la altura del perejil se han quedado todos mis sueños, me hago un vestido con tó lo que he perdido y ya tiene sentido sonreir...
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