De reírme sola como una loca mientras recuerdo tonterías. El de caminar sonriendo. El vicio de no parar hasta caerme, o hasta que consigan pararme. De escuchar la misma canción muchas veces, hasta cansarme bastante de ella. El de dormir y soñar rarezas, soy capaz de inventar otro mundo. Tengo el vicio de salir a la calle y mirar todo de una manera rara, de hacer encuadres como si fuera a fotografiarlo todo. Y el de empezar las cosas por su final.
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